Los tecnócratas del Opus Dei accedieron al Gobierno en 1957 y pusieron en práctica un duro Plan de Estabilización conforme con las directrices del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional , cuyo efecto social fue la emigración de unos dos millones de españoles, en los años siguientes.
Los años sesenta supusieron un cambio social significativo:
- Emigración rural a las ciudades y a Europa Occidental. Más de un millón de españoles se desplazaron a Francia, Alemania, Suiza, Bélgica y otros países europeos para desempeñar los trabajos con menos demanda local.
- La emigración trajo las consecuencias positivas reseñadas, pero también el desarraigo humano y el aumento de la diferencia de riqueza entre regiones del país.
- Aumento de la población. Se reducía la tasa de mortalidad y aumentó la tasa de natalidad que ya estaba en valores relativamente altos.
A partir de 1967, la corriente migratoria se hizo menor debido a la exigencia en los países de acogida de una mayor cualificación, y se detuvo completamente a partir de la crisis de 1973. Tras este año, empezó a producirse un proceso de retorno de muchos de los emigrantes que habían salido del país.
Por su parte, la emigración hacia América languideció a partir de 1959, hasta casi anularse por la intensidad de los retornos en los años posteriores.
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