Esta es la época de los gobiernos tecnócratas y la de mayor poder del Opus Dei. Se caracteriza por un gran desarrollo económico y una liberalización de las costumbres gracias al turismo. Pero, también, es la época en la que se plasma una aguda ruptura entre la sociedad real y la sociedad oficial que sigue siendo profundamente reaccionaria.
En 1962 hay una profunda crisis en el gobierno debido a la huelga de los mineros asturianos, provocada por la diferencia de los salarios reales y el espectacular aumento del crecimiento económico que está viviendo el país. Los planes de estabilización se suceden desde 1959 consiguiendo mejores cotas en sus objetivos que las planteadas.
En 1966 se aprueba la ley de Prensa que representará una cierta apertura ideológica. En 1967 se aprueba la ley de Libertad Religiosa, con lo que se deja de perseguir a otras confesiones. El turismo extranjero trae al país nuevas costumbres.
En 1966 se hace un referéndum para corroborar la continuidad del régimen y apoyar la ley de Sucesiones y en 1967 se promulga la ley orgánica del Estado. Manuel Fraga Iribarne, proveniente del lado más moderado de la Falange accede al gobierno. Sin embargo, esto supone una creciente pérdida de influencia del Opus Dei.
En 1968 don Juan Carlos es nombrado príncipe y sucesor de Franco. El Opus Dei continúa acaparando el poder de los gobiernos tecnócratas, lo que no es del agrado de la Falange. En 1969 estalla el escándalo MATESA en el que están implicados varios miembros del gobierno, lo que demuestra que la corrupción continúa siendo la forma habitual de gobernar.
Implicado en el caso Matesa
Este caso precipita una crisis de gobierno en el que los miembros del Opus Dei son apartados del poder, pero también son apartados los falangistas que alentaron el caso. Se crea un gobierno con Carrero Blanco como vicepresidente y plenamente monocolor: todos son miembros del Opus Dei.
Pero a pesar de la apertura económica y social, ideológicamente el régimen continúa siendo cerrado. Hay numerosos presos políticos en las cárceles, y continúa condenándoseles a muerte.
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